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Aser Falagán
Hoznayo
Sábado, 31 de mayo 2025, 09:07
Las nueve personas evacuadas por el accidente que el viernes por la noche se produjo en el Rally Festival de Hoznayo (Cantabria) se encuentran en buen estado y fuera de cualquier tipo de peligro, según informa El Diario Montañés. De hecho, ocho de ellas ya habían recibido el alta este sábado por la mañana y solo una permaneció en observación, tan solo como medida de precaución, aunque también, y como ha señalado la organización, sin que revista peligro o gravedad.
Además, la exploración a la que se sometió a quien parecía el herido más grave reveló que finalmente no sufría fractura de tibia, sino fuertes contusiones. Durante su primera atención en el lugar del accidente sí parecía tener rotura, lo que se descartó ya en el hospital tras someterse a diversas pruebas que la descartaron. De hecho, es una de las personas que ya ha recibido el alta.
De esas ocho personas, cuatro fueron trasladadas por los traumatismos y otras tantas con episodios de ansiedad, pero finalmente el accidente se ha saldado sin consecuencias graves. Mucho menores, además, de lo que se pudo llegar a sospechar en el momento y de lo que las imágenes de la salida de carretera podrían hacer sospechar, al golpear el vehículo de lleno en una zona atestada de público y vista la preocupada reacción de afectados y testigos. Sin embargo, ya en un primer momento se descartaron lesiones serias –más allá de la después descartada fractura– y ni siquiera fue necesario movilizar a la UVI móvil con la que cuenta la prueba en previsión de cualquier tipo de percance.
«Tras el percance sucedido durante la disputa del tercer tramo del Rallye Festival Hoznayo, habiéndose evacuado nueve personas con hematomas y ataques de ansiedad, podemos informar que en este momento, ocho personas han sido dados de alta del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. En estos momentos, solamente hay una persona que se encuentra en observación, aunque no se trata de ninguna lesión de gravedad», ha informado el propio rally. «Deseamos desde aquí una pronta recuperación al afectado, y os recordamos lo importante de seguir las normas de seguridad de los comisarios de pista, así como el uso del sentido común para ubicarse en lugares seguros», añade la nota.
La organización extremó su ya estricto sistema de seguridad, retirando coches mal aparcados, vigilando zonas y conminando al público a no ocupar ciertos espacios, lo que llevó incluso a que el tramo de Alisas, el primero de la larga última jornada del sábado, comenzara con alrededor de media hora de retraso. De hecho, ya hacia la medianoche del viernes al sábado había emitido un comunicado: «Durante el transcurso del tercer tramo un vehículo ha tenido una salida de pista en la que varias personas han sido alcanzadas. El percance se ha saldado con únicamente ocho personas evacuadas, cuatro de ellas por contusiones y otras cuatro con ataques de ansiedad. Por suerte no tenemos que lamentar daños graves y deseamos una pronta recuperación de los afectados».
Pero al mismo tiempo lanzaba ya una advertencia que dejaba ver las causas del accidente, siempre de acuerdo con la organización del certamen: «Al mismo tiempo, se hacía un nuevo llamamiento a no invadir las zonas acotadas y restringidas al público por motivos de seguridad: «Recordamos a los aficionados que deben seguir las instrucciones de la organización en todo momento y colocarse en sitios altos y seguros». En esta misma línea, se llegaba a señalar: «No dudaremos en suspender cualquier tramo si la seguridad no es la que exige una prueba de estas características». Algo que no ocurrió en una última jornada del sábado completada sin contratiempos y, de nuevo, con una extraordinaria expectación y afluencia de público.
El accidente se produjo alrededor de las ocho y media de la tarde cuando Carlos da Rocha perdió el control de su Renault Clio Maxi cuando trataba de negociar una curva. El firme estaba ya algo húmedo por la lluvia que había comenzado a caer poco antes y el piloto no pudo evitar que se le fuera el coche de atrás y dar dos trompos que le llevaron contra una escapatoria. El infortunio se produjo al estar ocupada esa zona por público a pesar de que la organización la había acotado por motivos de seguridad. De hecho lucía una doble cinta roja señalando con claridad que no se podía seguir el certamen desde esa posición, pero la gran cantidad de afluencia y la presencia también de público no acostumbrado a seguir las competiciones de motor en directo provocaron el suceso.
Pocos minutos después se decidió neutralizar el tramo, al que solo faltaban alrededor de una treintena de choches por salir, y dar con ello por finalizada la jornada, puesto que se trataba del último del viernes. Se hizo tanto por respeto y motivos de seguridad como para garantizar el mejor desarrollo de la prueba y el bienestar de público, pilotos e incluso mecánicas.
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