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Una carretera de montaña que bordea el límite de Burgos con Cantabria, estrecha, con curvas pronunciadas y varios tramos sin quitamiedos. La BU- 570 se ha cobrado tres vidas en apenas dos semanas. Los últimos fallecidos, dos jóvenes de Vitoria y Alsasua que viajaban junto a otros tres en un turismo cuando el vehículo se salió de la carretera y voló por un terraplén de 200 metros este domingo. Fue en la vía que une el puerto de Estacas de Trueba con Espinosa de los Monteros.
Ocurrió en el kilómetro 10, en sentido Vitoria, al inicio de una curva en un tramo que no tiene muro de contención ni guardaraíl. Por motivos que todavía investiga la Guardia Civil de Burgos el conductor perdió el control del vehículo y, aunque trató de frenar como así lo demuestran las huellas de frenada en la calzada, terminó despeñándose justo antes de coger la curva.
Solo una semana antes, el 21 de mayo, un motorista alemán perdía la vida en la misma carretera en el kilómetro 7, a tres kilómetros de donde fallecían los dos jóvenes este domingo. En esta ocasión el conductor de la moto, que se encontraba haciendo una ruta por la zona, sufría una salida de vía y acababa colisionando con violencia contra una señal de tráfico.
Estos accidentes mortales han tenido lugar en el tramo inicial del puerto de Estacas de Trueba, una carretera de alta montaña que une Burgos con Cantabria. Una vía de similares características a la del puerto de Lunada, ubicado a escasos kilómetros y conectado con la propia BU-570. Allí, hace un par de meses, cuatro jóvenes madrileños perdieron la vida en un gravísimo accidente registrado ya en la vertiente cántabra.
Precisamente esta semana, las familias de los jóvenes de Madrid iniciaban una recogida de firmas para aumentar la seguridad en estas carreteras porque consideran que un quitamiedos hubiese salvado la vida de los ocupantes del vehículo.
En invierno este paso se torna más peligroso por la acumulación de nieve y también por la niebla, algo que conocen muy bien los vecinos de la zona.
Se trata de una carretera que ofrece unas vistas espectaculares para los amantes de las rutas de montaña. Ya sea en coche o en moto, el entorno de esta vía es de una gran belleza. No hay arcenes y también son muchos los ciclistas que aprecian esta zona para salir con sus bicis. Aunque es sinuosa y muy estrecha, tiene largos tramos rectos de bajada entre las pronunciadas curvas por las que serpentea.
La espesa vegetación que bordea la calzada no deja adivinar en muchos puntos la gran pendiente que hay detrás. En el accidente del domingo, el turismo cayó por el talud y quedó escondido entre los árboles y arbustos. Cuando llegaron los servicios de emergencias certificaron la muerte de dos de los ocupantes y trasladaron al HUBU y al hospital de Cruces a los otros tres jóvenes que viajaban en el turismo.
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