'Burgos sin incineradora' recela del Ayuntamiento y exige un plan real para no quemar residuos

La plataforma Burgos sin incineradora consiguió hace unas semanas frenar la intención de Somacyl, con el visto bueno del Ayuntamiento de Burgos, de levantar una planta incineradora en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Cortes. Ahora, según sus portavoces, se trataría de «reclamar una gestión de los residuos urbanos que no terminen quemados en una incineradora».

Entre las líneas de trabajo, la plataforma quiere plantear al Ayuntamiento de Burgos la creación «de un grupo de trabajo», dependiente del Consejo Sectorial de Medio Ambiente y Sostenibilidad. La plataforma ha mantenido una oposición constante a la incineradora y a la posición del Ayuntamiento.

Este grupo de trabajo serviría para establecer «acciones y campañas de sensibilización» para la gestión responsable de los residuos urbanos. Un grupo que deberá establecer «medidas que fomenten la economía circular» de los residuos y con la participación de grupos ecologistas, asociaciones de educación medioambiental, grupos de consumidores o sindicatos.

Han celebrado que el Ayuntamiento de Burgos haya cedido a las reclamaciones de los vecinos; pero siguen pensando que las buenas intenciones y las declaraciones en prensa «no son suficientes». Ahora se preguntan «cómo será el nuevo proyecto del CTR de Cortes»; y sobre todo, cómo «gestionar mejor los residuos y cómo reducir y reciclarlos».

En este sentido, están «preocupados y temerosos» ante la negativa del Ayuntamiento a «desistir de la licencia ambiental en vigor» para la incineradora de Cortes, debido a «la posibilidad de que vuelvan a sacar el proyecto en los cinco años de vigor de la licencia», si existiera una declaración de «proyecto de interés regional» por parte de la Junta de Castilla y León.

La plataforma ha informado de que mantienen para el jueves 5 de junio, Día Mundial por el Medio Ambiente instaurado por Naciones Unidas en 1972, la concentración a las 20 horas, en la Plaza Mayor, «en contra de la incineración de residuos urbanos, como símbolo de una reivindicación por el cuidado del medio ambiente».

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